Julia Margaret Cameron fué una fotógrafa inglesa nacida en Calculta (India) en 1815 y muerta en 1879. Vivió entre la India e Inglaterra y su aficción a la fotografía se inicia cuando a los 48 años su hija le regala una cámara. Cameron era una aristócrata ociosa que encajaba perfectamente en la sociedad de la Inglaterra victoriana, y en ese contexto tener de hobbie la fotografía era bastante exclusivo.
La literatura, el renacimiento, la pintura Pre-Rafaelita y la Biblia influenciaron su obra. Sus retratos más famosos son de artistas ingleses pertenecientes a su círculo de amistades, pero también tenía muchos de personas desconocidas, sobre todo mujeres.
Alfred Tennyson, fotografiado por Julia
Su obra fue reconocida póstumamente, junto a la de Lewis Carroll.
Los críticos de su tiempo la atacaron sistemáticamente por sus defectos técnicos, pero ella siguió su sistema revelando el espíritu y los rasgos de los hombres más eminentes de su tiempo. Los detractores de Cameron asumen que el desenfoque de sus fotos no es deliberado, ese recurso estético, argumentan, es muy posterior a su época. Según estos, algunos de sus retratos están movidos a causa de las prolongadas exposiciones que tenía que soportar el modelo y otras veces el desenfoque se debe a los objetivos que utilizaba, inadecuados para captar el detalle. Según otros críticos el desenfoque sí es deliberado pues es como consigue ese aspecto poético en sus retratos.
La literatura, el renacimiento, la pintura Pre-Rafaelita y la Biblia influenciaron su obra. Sus retratos más famosos son de artistas ingleses pertenecientes a su círculo de amistades, pero también tenía muchos de personas desconocidas, sobre todo mujeres.
Alfred Tennyson, fotografiado por Julia
Su obra fue reconocida póstumamente, junto a la de Lewis Carroll.
Los críticos de su tiempo la atacaron sistemáticamente por sus defectos técnicos, pero ella siguió su sistema revelando el espíritu y los rasgos de los hombres más eminentes de su tiempo. Los detractores de Cameron asumen que el desenfoque de sus fotos no es deliberado, ese recurso estético, argumentan, es muy posterior a su época. Según estos, algunos de sus retratos están movidos a causa de las prolongadas exposiciones que tenía que soportar el modelo y otras veces el desenfoque se debe a los objetivos que utilizaba, inadecuados para captar el detalle. Según otros críticos el desenfoque sí es deliberado pues es como consigue ese aspecto poético en sus retratos.
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