miércoles, 26 de octubre de 2011

Balthus

Balthasar Kłossowski de Rola, más conocido como Balthus (1908- 1996), fue un pintor Polaco-Francés nacido en el seno de una familia destacada entre la élite cultural del París de la época.
A los 10 años, tras la separación de sus padres y cuando su madre tenía como amante a el filósofo Rainer Maria Rilke, Balthus hace una serie de 40 dibujos en los que narra la historia (autobiográfica) de un niño que encuentra un gato perdido, lo lleva a su casa, alimenta y cuida, hasta que finalmente el gato se pierde de nuevo provocando en el niño una profunda tristeza. Rilke se sintió tan conmovido por la historia contada en los dibujos, que escribió un prólogo para los mismos y publicó el libro titulado "Mitsou, historia de un gato" en 1921 (os lo recomiendo, es una delicia). Los gatos formarían siempre parte de la vida y obra de Balthus.




En sus primeros años como artista Balthus fue apoyado por amigos destacados en el ámbito cultural del momento como el propio Rilke, que actuó como su mecenas hasta su fallecimiento, Jean Cocteau, Pablo Picasso, Man Ray, Giacometti, Joan Miró, Camus, Bretón...
Su obra "adulta" estuvo siempre rodeada de mucha polémica por girar en torno a figuras de niñas en poses o actitudes eróticas, aunque según sus propias palabras "Las niñas son las únicas criaturas que todavía pueden pasar por pequeños seres puros y sin edad. Las jóvenes adolescentes nunca me interesaron más allá de esta idea".
Vivió la mayor parte de su vida en París, aunque en 1977 se mudó a Rossinière, Suiza, con su segunda y última esposa Setsuko (de origen japonés), madre de su hija Harumi.


Os dejo con algunas fotos de Balthus en familia y varias muestras de su obra y un extracto de un poema de Rilke. Si os interesan más detalles de su vida u obra podéis completar la información en internet o en alguno de los links que os pongo a continuación.

Wikipedia

Cetr


Todo lo que usted necesita saber









"Las elegías de Duíno" de Rilke

extracto de la "Primera elegía"

¿Quién, si yo gritara, me escucharía entre las órdenes
angélicas? Y aun si de repente algún ángel
me apretara contra su corazón, me suprimiría
su existencia más fuerte. Pues la belleza no es nada
sino el principio de lo terrible, lo que somos apenas capaces
de soportar, lo que sólo admiramos porque serenamente
desdeña destrozarnos. Todo ángel es terrible.

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