Regreso con color

Pido disculpas por estos días de abandono involuntario.  Está siendo un invierno de gripes eternas que no me dejan vivir tranquila.  Necesito como nunca las vitaminas de ese sol que se resiste a aparecer, y mientras no se anima he estado tejiendo una chaqueta que me recuerda su luz y su color.
Labor muy sencilla, tejida toda a punto del derecho con mangas raglan de menguados decorativos.

Le he hecho una franja en bajos y mangas, combinando con el algodón amarillo una hebra de lamé dorado. Como toque especial unos botones de cristal que mi padre me había traído de un mercadillo de Buenos Aires hace algo así como 25 años, y que aún no habían encontrado su sitio...