Es el cuarto cuello que hago este invierno. Han sido variados, la mitad para regalar, punto liso para lanas de fantasía, punto de garbanzo para una lana negra lisa, y dos en punto de arroz. Son calentitos, cómodos, no hay que saber colocarlos de una forma determinada y definitivamente este invierno han desbancado de nuestros armarios a las bufandas. Una labor rápida y divertida, incluso para aprovechar restos de lanas, animaos a hacer uno!!!!
Depende del tamaño que te guste pero para los que he hecho he montado unos 40 ó 45 puntos y tejido una tira de unos 50 cm. que después cierro y coso formando un tubo. Para usarlo solo necesitas que haga frío y metértelo por la cabeza, serás la persona más envidiada de la ciudad!!
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